Síndrome de tracción vítreo macular y agujero macular

GASCON GINEL/PATOLOGÍAS/Síndrome de tracción vítreo macular y agujero macular

Mª Dolores Molina/Javier López Medina/Anila Souriyar: anestesia local, sin ingreso, sin molestias posteriores. Recuperación visual completa.

Hospital Vithas Nuestra Señora de la Salud de Granada el Primer centro privado autorizado para la realización de trasplantes de córnea en Andalucía Oriental

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El síndrome de tracción vítreo-macular es una entidad en la que el humor vítreo, el líquido gelatinoso que ocupa la cavidad vítrea mantiene fuertes adherencias con la mácula y ejerce una tracción sobre ella que conduce con el tiempo a la aparición de edema en la retina y, finalmente, a la formación de un agujero macular. Se trata de un proceso que aparece con la edad, a partir de la quinta o sexta década de la vida. También existe una forma asociada a la miopía magna que a aparece a edades más tempranas y que puede provocar la aparición de un desprendimiento de retina.
Los síntomas de un paciente con síndrome de tracción vítreo-macular son similares a los de cualquier otra patología macular. El paciente puede referir:
- Deformidades de las imágenes (metamorfopsias).
- Pérdida de agudeza visual o sombra en la zona central de la visión.
- Pérdida total de la visión central (escotoma absoluto): en el caso de agujeros de espesor completo.
En algunos casos, los pacientes con esta patología pueden no percibir todas estas alteraciones visuales, a no ser que se tapen el ojo sano. Por este motivo es muy importante someterse a controles oftalmológicos a partir de los 40 años.
La actitud ante un síndrome de tracción vítreo-macular es diferente en cada caso concreto. Algunos casos de síndrome de tracción vítreo-macular pueden resolverse de forma espontánea. Se trata de casos con pequeñas adherencias entre el vítreo y la retina y con pocas alteraciones visuales. En estos pacientes, una sacudida de la cabeza puede romper esas adherencias y detener el proceso. Los síndromes de tracción vítreo-macular con importante afectación visual o los agujeros maculares precisan tratamiento quirúrgica. La cirugía consiste en una vitrectomía en la que se elimina la hialoides posterior y la membrana limitante interna. Además, en la cirugía suele introducirse gas dentro del ojo y el paciente debe permanecer en reposo boca abajo durante 1 ó 2 semanas. Si la cirugía se realiza en las primeras fases de la enfermedad el pronóstico anatómico y funcional es muy bueno, pudiendo volver a tener el paciente una visión del cien por cien. En el caso de los agujeros maculares asociados a miopía magna el pronóstico anatómico y funcional es más pobre y además de lo anterior pueden precisar una indentación macular para resolver el problema. Por tanto, es clave la valoración por un oftalmólogo especializado en cirugía macular para realizar el diagnóstico exacto de cada caso y elegir el mejor tratamiento en cada caso concreto.