Obstrucción de la vía lagrimal

GASCON GINEL/PATOLOGÍAS/Obstrucción de la vía lagrimal

El 90% de las formas congénitas se resuelven espontáneamente en el primer año de vida

En manos expertas el lagrimeo continuo de los ojos tiene solución en un 90% de los casos

¿Tienes alguna
pregunta?

CONTÁCTANOS
Se trata de la presencia de un obstáculo que impide el paso de la lágrima hacia la nariz con lo que se produce un lagrimeo constante. Existen dos formas de obstrucción de la vía lagrimal:
- Dacriocistitis congénita: Está presente desde el nacimiento. Produce un lagrimeo continuo y conjuntivitis de repetición en el niño.
- Dacriocistitis crónica: Es una obstrucción adquirida de la vía lagrimal. Es la forma más frecuente.
En el caso congénito, se debe a la presencia de una membrana en la parte baja de la vía lagrimal. Habitualmente esta membrana se rompe al nacer o al poco tiempo del nacimiento, pero en algunos niños es más fibrosa y no se rompe. En la forma adquirida la obstrucción de produce por infecciones, conjuntivitis, colirios, el propio envejecimiento, tratamientos con quimioterapia o radioterapia en la zona…
La obstrucción de la vía lagrimal produce diversos síntomas:
- Lagrimeo continuo, que empeora con el frío, el viento, la calefacción o el aire acondicionado…
- Visión borrosa, sobre todo cuando se mira hacia abajo, por lo que dificulta la lectura.
- Al no haber una correcta circulación de la lágrima, son frecuentes las conjuntivitis de repetición.
- Eccema en la piel del párpado inferior, debido estar continuamente mojado.
- En ocasiones de produce una infección del saco lagrimal (dacriocistitis aguda) que resulta muy dolorosa y que puede no responder al los antibióticos y precisar drenaje.
El tratamiento de las obstrucciones lagrimales es diferente según sean una forma congénita o adquirida. En el caso de las formas congénitas, si el niño tiene menos de 1 año, realizaremos masajes sobre la fosa lagrimal. Con este tratamiento, el 90% de las obstrucciones congénitas se solucionan. Si no se solucionan así o si el niño tiene más de 1 año, entonces realizaremos un sondaje lagrimal. Esta técnica consiste en introducir una guía muy fina por el conducto lagrimal del niño y deslizarla hacia la nariz, con lo que rompemos la membrana que produce la obstrucción. En las formas adquiridas hemos de recurrir a otras técnicas:
- Dacriocistorrinostomía: Que puede ser externa (a través de una incisión en la piel) o interna (a través de la nariz. Se realiza en colaboración con un especialista en Otorrinolaringología y no deja ninguna cicatriz). Esta técnica permite solucionar el lagrimeo y las infecciones en el 90% de los casos.
- Tubos de Jones: Se emplea en casos en que no es posible realizar una dacriocistorrinostomía.