Hipermetropía

GASCON GINEL/PATOLOGÍAS/Hipermetropía

Afecta a un 10% de la población

Principal causa de estrabismo y ojo vago

Causante de un importante porcentaje de cefaleas y fracaso escolar en niños

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La hipermetropía es un defecto de refracción en el que la imagen se proyecta por detrás de la retina. Esto genera visión borrosa, especialmente en el caso de los objetos cercanos
Al igual que en el caso de la miopía, en la hipermetropía existe un desajuste entre la longitud del ojo y la curvatura de la córnea, por tanto la hipermetropía puede ser debida a dos fenómenos: una longitud axial pequeña o una córnea poco curva.
La hipermetropía suele ser hereditaria en un elevado porcentaje de casos, de ahí la importancia de revisar a todos los niños pequeños con antecedentes de hipermetropía en la familia.Existe una forma fisiológica de hipermetropía, que es presentada por la mayoría de los niños al nacer. Se debe a que el ojo aún no ha completado su crecimiento en longitud.
Con frecuencia, puede ser compensada a través de la acomodación del cristalino, sin que sea necesario que el niño use gafas, e irá desapareciendo a medida que el globo ocular complete su desarrollo y aumente de longitud axial.
La hipermetropía no puede prevenirse, pero puede detectarse mediante revisiones oculares y de esta forma evitar casos de fracaso escolar, cefaleas, estrabismo y ojo vago en niños.En el caso de adultos, la hipermetropía se asocia a glaucoma de ángulo estrecho, el llamado “dolor de clavo”, por lo que es importante que los adultos con hipermetropía se sometan a revisiones anuales.Debido al elevado número de casos que son hereditarios y a la buena visión que tienen muchos pacientes hipermétropes, es recomendable realizar una revisión oftalmológica a los familiares directos de pacientes con hipermetropía
Teóricamente, los pacientes con hipermetropía presentan visión borrosa de lejos y de cerca. Sin embargo, en la práctica, la mayoría de pacientes con hipermetropía y menos de 35 años ven bien. Esto es así, porque el ojo puede utilizar el cristalino para aumentar su potencia dióptrica y así conseguir eliminar el desenfoque que la hipermetropía produce. Con el paso de los años, el cristalino va perdiendo su elasticidad y esta capacidad de enfocar va desapareciendo, siendo necesario entonces, para los hipermétropes, utilizar gafas o lentes de contacto a partir de los 35-40 años.Sin embargo, existen una serie de síntomas indirectos que pueden hacernos sospechar la presencia de una hipermetropía. La contracción mantenida del músculo ciliar para conseguir acomodar (aumentar la potencia del cristalino para enfocar) y ver bien, puede provocar la llamada astenopia acomodativa, consistente en dolor de cabeza, enrojecimiento ocular o sensación de cansancio ocular. También es frecuente que el paciente hipermétrope se frote los ojos o arrugue la frente con más frecuencia de lo habitual.En el caso de los niños, también debemos estar atentos a otros síntomas, que suelen aparecer cuando el niño comienza a leer o a escribir en el colegio, y que es cuando comienza a forzar más la visión cercana. Estos síntomas son mal rendimiento escolar, por la fatiga que le supone el sobreesfuerzo de enfocar de cerca o la aparición de un estrabismo o de un ojo vago. De ahí la importancia de las revisiones en edad escolar, fundamentalmente entre los 3 y 5 años.
La hipermetropía se trata mediante el empleo de gafas o lentes de contacto convergentes, que aumentan la potencia del ojo y consiguen que la imagen se enfoque en la retina.No siempre es necesario tratar la hipermetropía. Muchos pacientes con hipermetropía ven bien y no tienen otros síntomas asociados. Si el paciente con hipermetropía presenta astenopia acomodativa, estrabismo, ojo vago o no ve bien, entonces sí indicamos la compensación óptica de su defecto. Del mismo modo, no siempre indicamos la corrección del total de las dioptrías que tiene el paciente, sino sólo las necesarias para que los síntomas asociados a la hipermetropía desaparezcan.En el caso de adultos con hipermetropía, resulta clave detectar si existe riesgo de glaucoma por cierre angular. En caso de haberlo, debe realizarse una iridotomía con láser YAG. Se trata de un tratamiento que se realiza en consulta, de forma totalmente ambulatoria, que no interfiere con el día a día del paciente, y que evita totalmente esta grave complicación de la hipermetropía que antiguamente conducía a la ceguera a muchos hipermétropes.En adultos que no deseen utilizar gafas o lentillas, es posible el empleo de técnicas de cirugía refractiva con tal fin. La técnica empleada debe valorarse con minuciosidad en cada caso, y dependerá, entre otros factores, de la edad y del número de dioptrías a corregir. En defectos pequeños puede emplearse el láser Excimer. Para defectos mayores, existe la opción de las léntes fáquicas epicristalinianas (aunque esta técnica está condicionada por el tamaño del ojo). Finalmente, en el caso de hipermétropes de más de 45 años, preferimos el empleo de la facoemulsificación con el implante de una lente pseudofáquica, la cual puede corregir incluso la presbicia al mismo tiempo que la hipermetropía.