Catarata

GASCON GINEL/PATOLOGÍAS/Catarata

Afecta a 1 de cada 2 personas de más de 65 años

La catarata es la primera causa de ceguera evitable en occidente

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La catarata es una opacificación del cristalino, una lente natural del ojo que se encuentra detrás de la pupila. Los rayos de luz atraviesan el cristalino en su camino hacia, la retina, donde se enfocan las imágenes. De este modo, cuando el cristalino pierde su transparencia e impide el paso nítido de la luz hacia la retina, se produce una pérdida progresiva de visión.
El envejecimiento es la principal causa de catarata. Con el paso de los años, el cristalino va perdiendo su elasticidad y su transparencia de forma fisiológica, de ahí que la catarata senil no sea realmente una enfermedad, sino una consecuencia del paso del tiempo. Sin embargo, existen otros factores implicados en la formación de cataratas, como pueden ser factores genéticos, la exposición a la luz ultravioleta y al calor, traumatismos, enfermedades oculares o del organismo (como la diabetes), o el consumo de ciertos fármacos (principalmente los corticoides). Incluso en algunas ocasiones, la catarata es congénita, es decir, está presente desde el nacimiento.
Actualmente no existe ningún tratamiento que pueda prevenir la aparición de las cataratas o detener su progresión. Lo que podemos hacer, es detectarla mediante revisiones oculares. Se recomienda visitar al oftalmólogo, especialmente a partir de los 45 años, para detectar la posible existencia de una catarata, así como de otras patologías oculares, y de este modo determinar si es necesario intervenirse y cuál es el momento más adecuado para realizar esta intervención.
¿Qué síntomas produce?Los síntomas provocados por una catarata dependen del tamaño y localización de las zonas opacas del cristalino. A continuación enumeramos algunos de los síntomas más habituales, aunque en ocasiones son tan sutiles y lentos que el paciente no es consciente de que se están produciendo:
• Visión borrosa
• Visión de halos alrededor de las luces
• Dificultad para conducir de noche
• Diplopia, es decir, visión doble
• Fotofobia (la luz resulta muy molesta), por lo que se ve mejor los días nublados o con luces indirectas
• Alteración de la percepción de los colores, éstos se ven apagados y se confunden ciertos tonos
• Mejoría de la visión de cerca, pueden dejar de ser necesarias la gafas para la visión cercana
• Cambios frecuentes e inexplicables en la graduación de las gafas. Estos cambios se deben al aumento de densidad del cristalino que provoca una miopización del ojo (aumentando la miopía o disminuyendo la hipermetropía) o la aparición de un astigmatismo que antes no existía
El único tratamiento posible para la catarata es quirúrgico. La cirugía de la catarata es una intervención breve, indolora, de bajo riesgo anestésico y de muy rápida recuperación.El procedimiento más habitual es la facoemulsificación, que consiste en deshacer la catarata dentro del ojo y aspirarla. La cirugía termina con la substitución del contenido opaco del cristalino por una lente intraocular artificial, cuya elección dependerá de las características visuales de cada paciente.Una nueva técnica es la facoemulsificación asistida por láser de femtosegundo. El láser permite programar en el ordenador y realizar, con una precisión micrométrica, las microincisiones corneales y del cristalino y la fragmentación del mismo. La introducción de este láser supone una revolución en el procedimiento quirúrgico de la catarata, ya que modifica y aporta algunas ventajas significativas a la cirugía que viene utilizándose desde 1990: la facoemulsificación por ultrasonidos.Pese a los buenos resultados, no hay que olvidar que se trata de una intervención quirúrgica y que, como tal, no está exenta de riesgos. Las complicaciones de una mala cirugía de catarata son la principal causa de opacidades de la córnea, glaucoma y desprendimiento de la retina, entre otros.Para minimizar los riesgos de la operación, el paciente debe ponerse en manos expertas y ser intervenido con la técnica más apropiada para su caso.
¿Cuándo debo o puedo operarme de la catarata?
Hoy en día la cirugía de catarata está indicada si existe pérdida de visión que dificulte el día a día del paciente o si existe un aumento de presión intraocular o una inflamación intraocular secundaria al cristalino.
¿Cómo saber si ya ha llegado ese momento y si realmente voy a mejorar con la intervención?
Los oftalmólogos contamos con diversas pruebas y aparatos que nos permiten evaluar la catarata y el estado del resto del ojo para poder contestar a esta pregunta.Antes de operar a un paciente de cataratas le realizaremos un examen oftalmológico completo que incluye agudeza visual, examen con lámpara de hendidura, toma de presión intraocular, fondo de ojo y tomografía de coherencia óptica, estudio endotelial, medida de la curvatura y del grosor corneal y biometría para el cálculo de la lente intraocular a implantar
¿Podré dejar de usar las gafas después de la intervención?
En la actualidad disponemos de técnicas que permiten calcular con gran precisión la lente a implantar, lo que permite corregir la miopía o hipermetropía del paciente. Así mismo, existen lentes, las llamadas lentes Premium, que permiten corregir el astigmatismo (lentes tóricas) y la presbicia si el paciente así lo desea.
¿Cómo será la cirugía?
En la mayoría de ocasiones la cirugía de la catarata se realizará mediante facoemulsificación. Está técnica se realiza con anestesia tópica (unas gotas de colirio anestésico sobre el ojo) y dura unos 10 minutos, no siendo necesario retirar tratamientos antiagregantes ni anticoagulantes y pudiendo marchar el paciente a su casa, sin necesidad de tapar el ojo, tras la intervención. En un mínimo porcentaje de casos (cataratas “pasadas”, traumatismos severos o enfermedades del colágeno principalmente) la técnica anterior no puede ser empleada. En estos casos, la técnica empleada será una extracción extracapsular, una extracción intracapsular o una lensectomía, según cada caso concreto. Estas técnicas se realizan con anestesia local (técnica que duerme el ojo y la zona periocular), por lo que el paciente llevará el ojo tapado entre 6 y 24 horas después de la intervención.
¿Qué cuidados debo tener después de la operación?
El paciente puede realizar una vida relativamente normal después de la intervención. Debe evitar movimientos bruscos y traumatismos los primeros días después de la intervención. Durante la primera semana se recomienda dormir con un protector ocular. Al principio, especialmente en cataratas muy densas se recomienda usar gafas de sol al salir a la calle para no deslumbrarse. A partir de las 3 semanas de la operación podrá realizar cualquier actividad (deporte, natación, maquillarse, por ejemplo) con total normalidad.